La exposición al sol o el fotoenvejecimiento es responsable de alrededor del 80-90 % de los signos visibles del envejecimiento, pero la buena noticia es que esto se puede prevenir. A pesar de no ser uno de los productos estrella en las rutinas antienvejecimiento, proteger la piel de la exposición solar es indispensable para retrasar su envejecimiento.
Al usar protector solar a diario, se puede proteger la piel de los dañinos rayos UV que causan el envejecimiento prematuro y daños en la piel como líneas finas, arrugas, manchas oscuras, degradación del colágeno, pérdida de elasticidad o textura áspera entre otros.
No obstante, no todos los protectores solares que se encuentran en el mercado protegen la piel del mismo modo.
Todos ellos, se dividen en dos categorías: protectores solares minerales, como los que ofrece el laboratorio Matarrania, o protectores solares químicos, como los que se pueden encontrar en las grandes superficies.
Filtros Minerales
También conocidos como filtros físicos, el óxido de zinc es uno de los principales filtros que se utiliza. Es uno de los ingredientes de protección solar más efectivos que se tolera universalmente en todos los tipos y tonos de piel.
Hay muchos beneficios del óxido de zinc. Bloquea los dañinos rayos UVA y UVB, y es fotoestable y resistente al agua, por lo que no se descompone con el sol o el agua.
El óxido de zinc en sus diversas formas se ha utilizado en productos para el cuidado de la piel desde hace siglos, pero más recientemente se encuentra en productos tópicos para pieles sensibles y bebés como en cremas para pañales, gracias a sus propiedades calmantes y antiinflamatorias.
Es un ingrediente popular y bien investigado en protectores solares minerales o físicos. A diferencia de los protectores solares químicos que se absorben en la piel, el protector solar de óxido de zinc se posa en la superficie y refleja los rayos del sol, brindando protección instantánea contra cualquier daño solar.
Solo hay dos ingredientes minerales de protección solar aprobados actualmente: dióxido de titanio y óxido de zinc. Al colocarse sobre la superficie de la piel, hay menos posibilidades de irritación, por lo que los SPF minerales tienden a ser la opción preferida para pieles sensibles y la de los bebés.
Además, es conocido como un protector solar de amplio espectro, por lo que tiene una de las coberturas UVA más amplias de todos los ingredientes de protección solar disponibles, además de cobertura UVB.
Larga historia corta; todo el mundo. Los beneficios del protector solar con óxido de zinc incluyen ser un excelente antiinflamatorio, por lo que las personas con piel sensible y afecciones cutáneas más graves, como el eccema y la rosácea, pueden tolerar bien el óxido de zinc. Para un SPF diario de minerales puros que es súper hidratante para pieles secas y sensibles, no puede equivocarse con Daily Mineral Defense SPF 30, ya que contiene todos los ingredientes minerales seguros para arrecifes y extracto de cártamo para aumentar la humedad.
Asimismo, como se asienta en la superficie y no es absorbido por la piel, el óxido de zinc no obstruye los poros ni causa congestión, por lo que también es perfecto para pieles más propensas al acné.
Otro beneficio clave del óxido de zinc y los protectores solares físicos es para cualquier persona que sufra de melasma o hiperpigmentación, ambas condiciones que pueden desencadenarse o empeorar por el calor y la luz de los rayos del sol.
A diferencia de los protectores solares químicos que funcionan al absorberse en la piel, donde convierten los rayos UV en calor y luego liberan ese calor de la piel, los protectores solares físicos bloquean la penetración de la luz UV en la piel sin producir calor, por lo que no agravarán los problemas de pigmentación ni causarán calor y enrojecimiento dentro de la piel.
Filtros Químicos
Los filtros químicos se encuentran presentes en las principales cremas solares y protegen al organismo transformando los rayos UV en calor.
Para poder reaccionar de este modo, primero tienen que ser absorbidos por la piel y deben ser aplicados 30 minutos antes de cada exposición.
El problema reside en que algunos de estos ingredientes como la oxibenzona han sido catalogados como disruptores endocrinos lo que significa que interfieren en el correcto funcionamiento hormonal.
Pueden detectarse en la leche materna e incluso en la orina horas después de haber sido aplicados.
Además, los últimos estudios confirman que también interfieren en el entorno marino favoreciendo en deterioro y muerte de los arrecifes de coral. En consecuencia, algunos países como Hawái han prohibido el uso de algunos de estos filtros químicos para salvaguardar su flora marina.