La copa menstrual es un producto que está en auge y que conecta a la mujer con su cuerpo, su menstruación y el medio ambiente.
Entre los principales beneficios del uso de una copa menstrual destacan:
- Mayor libertad, comodidad y seguridad: La copa menstrual te hace sentir más libre porque a diferencia de las compresas, no se nota. Además, la copa no es pesada y gracias al cierre hermético que genera al introducirlo no genera olores.
Asimismo, se puede utilizar en cualquier momento y lugar: ir a la escuela o al trabajo, dormir desnudo, nadar, hacer ejercicio, viajar, etc.
- Previene las infecciones vaginales: las copas menstruales tienen menos crecimiento bacteriano que los tampones o las compresas.
Las compresas y los tampones están contaminados con sangre que mantienen la zona vaginal caliente y húmeda permitiendo el crecimiento de bacterias y el desarrollo de infecciones.
Por el contrario, la copa menstrual mantiene bien ventilada la zona íntima femenina, previene las condiciones anteriormente mencionadas y asegura una buena higiene íntima.
Las principales copas están hechas de silicona de grado médico, también conocida como silicona platino, y no contamina la vagina, no altera el pH, no absorbe la humedad vaginal ni libera ningún químico en el cuerpo.
- Costo más barato: las copas menstruales tienen un coste entre 20€-30€ y con una duración de hasta 10 años. Sin embargo, un mes de compresas y tampones cuesta al menos 5€. En menos de un año ya comienza a verse el ahorro.
- Protege el medio ambiente: al usar una copa menstrual se contribuye a un planeta más limpio y saludable. Los desechos plásticos y no reutilizables se disminuyen y se evita que los tampones puedan acabar en los océanos.
Los productos menstruales comunes causan:
- Aumento de residuos sólidos: hay más de 3.700 millones de mujeres en el mundo. A lo largo de su vida, una mujer sangrará en promedio alrededor de 2500 días. Imagínate cuántos productos menstruales utiliza cada mujer a lo largo de su vida que acaba en el vertedero, las calles, los ríos, los océanos, etc.
- Acumulación de desechos tóxicos: el plástico, incluido el que se encuentra en los productos menstruales desechables, tarda 500 años en descomponerse.
- Deforestación de bosques nativos: El Banco de Bosques, una ONG de Argentina, afirma que “el 60% del peso de las compresas y tampones es Pasta Fluff, un recurso extraído de pinos plantados donde solía estar la selva”.
- Recoge sangre por más tiempo: dependiendo del flujo de cada mujer, la copa menstrual puede durar hasta 12 horas sin ser vaciada.
- Sin malos olores: la sangre que se acumula en el vaso no se oxida ni genera mal olor, ya que no entra en contacto con el oxígeno.
- Es imperceptible: la copa es invisible para los demás, no crea un bulto como una compresa, por lo que se puede usar ropa ajustada y liviana. Tampoco cuenta con ninguna cuerda o hilo por lo que se puede utilizar en la playa sin ningún problema.
- Evita el TSS (Síndrome del Shock Tóxico): el síndrome del shock tóxico es una complicación poco común pero grave que puede resultar de ciertas infecciones bacterianas.
Ocurre cuando las bacterias Staphylococcus o Streptococcus, que existen naturalmente en la piel, la nariz o la boca, se introducen más profundamente en el cuerpo.
El TSS generalmente se asocia con dejar un tampón insertado durante más tiempo de lo recomendado o usar un tampón con una absorbencia mayor de la necesaria.
Esta abrasión permite que la bacteria Staphylococcus ingresé en el torrente sanguíneo y se extienda por todo el cuerpo.
Se puede reducir el riesgo de TSS al:
- Lavarse bien las manos con agua tibia y jabón antibacteriano antes de retirar o insertar la copa.
- Limpiar la copa según lo recomendado por el fabricante, generalmente con agua tibia y un jabón suave, sin fragancia y sin aceite, antes de la inserción.